domingo, 8 de abril de 2012

Parte 1

Baje la ventanilla, sacando la mano para mover ligeramente el espejo retrovisor, mientras lentamente , retrocedía para aparcar, apague la radio con una cierta brusquedad harto de oír la misma cantinela... (!Que si la que nos queda con la crisis, que si la prima de riesgo, que si el IBEX 35 con su puta madre ,etc., etc.!).
Apague el motor, saque la llave del contacto y me dispuse a salir del coche, cuando una ligera brisa me trajo el tranquilizador aroma del recién florecido azahar , y allí me quede sentado, disfrutando de una maravillosa primavera. Cientos de recuerdos desfilaron por mi mente, sin duda el mejor momento después de aquel largo día de trabajo, sólo interrumpido por mi reflejo en el retrovisor... ¡ahí estaba! esa maldita marca, un macabro juego del destino para que nunca olvidase lo sucedido aquella noche, una hermosa cicatriz desde mi frente hasta la mejilla, interrumpida por un ciego y brillante ojo de cristal.
Habían pasado dos años,Sonya y yo, salimos esa noche, llevábamos un año casados, decidimos coger un taxi de regreso a casa, ya que había tomado algunas copas, pero el destino quiso que el alcohol fuera el protagonista esa noche, cuando circulábamos por la avenida de Ramón y Cajal, un individuo con más alcohol que sangre en sus venas, se salto un semáforo en una de las intersecciones, envistiéndonos fuertemente por el lateral izquierdo donde ella estaba sentada. Tan solo duró un segundo, después un silencio roto por mis desgarradores gritos de dolor, mientras con las dos manos intentaba sostener el afilado trozo de cristal que tenia incrustado en la parte derecha de mi cara, aún puedo sentir la templada gelatina de mi ojo esparciéndose por mi mejilla, los servicios de emergencia llegaron a los pocos minutos, pero para mí fue una eternidad.
-!!TRANQUILO!!,,!!TRANQUILO!!,que te vamos a sacar, ¿cómo te llamas?-,me decían mientras quitaban mis manos del cristal, y me colocaban un collarín, pude ver a uno de los médicos negar con la cabeza mientras examinaba a Sonya y al taxista? -¿los dos?- Preguntaba suavemente el que me atendía, -sí, los dos- afirmó
Recuerdo como sacaron a ella primero, la sacaron de espaldas, tenía los ojos abiertos, mirándome con sus ojos vacíos de vida, es la imagen que nunca logro olvidar, tengo miles de recuerdo con ella, sonriendo ,besándonos, incluso discutiendo, pero la imagen que siempre veo al cerrar los ojos por la noche y al levantarme,es esa mirándome con sus ojos sin vida.
Bien esto no es lo que quería recordar así que me bajé, y me fui dirección a mi piso, llegando al portal
¡Gabriel!Gabriel!, me llamaban, era mi vecino y amigo Juan, desde aquel día no me había dejado ni un momento, aunque a veces no entendía que prefería estar solo, el también estaba solo, ya que su mujer le abandonó, cosa que no supo encajar demasiado bien, y al igual que a mí le gustaba mucho el "alpiste" no sé ni cuantos "WHISKYS" habremos tomado charlando o viendo alguna que otra peli,-¡Quillo!,¡vamos a tomar algo hoy, o qué?!- Pregunto,-No Juan, hoy no tengo yo animo de ná, na más que de acostarme- Le conteste... -Bueno, si cambias de opinión pégame un toque, ya sabes al lao de tu puerta ¡Mamona! jajaja-.
Cené algo rápido, estuve viendo la tele, y ,después de haberme tomado media botella de "JB",decidí acostarme.
Como cada noche, antes de dormir doy las buenas noches a Sonya, y creerán que estoy loco, pero en más de una ocasión he despertado al oír su voz
-¡Despierta ya cariño,ven a nosotros!- Incluso he notado sus cálidos labios besando mi mejilla.

Un ruido me desveló, miré el reloj pero se había ido la luz,miré entonces el móvil,eran las cuatro,el ruido provenía de la puerta,eran como pequeños golpes,algo inquieto cogí el móvil como linterna y fui lentamente sin hacer ruido por el pasillo,según me acercaba a la puerta se acentuaba el ruido,estaba claro que había alguien al otro lado,mire con cuidado por la mirilla,aunque estaba oscuro, esa noche alumbraba la luna a través de la ventana del descansillo.
Débilmente pude apreciar una silueta al otro lado,me pareció que era Juan, tambaleándose de un lado a otro, mientras se tropezaba con la puerta lentamente como esperando que se abriera, -¡Quien es!- dije con decisión pero con voz temblorosa. En el momento que oyó mi voz se centró en la puerta pero esta vez dando porrazos con las palmas abiertas mientras gritaba"roncamente"dándose golpes en la cabeza.
Aunque estaba muerto de miedo,sabia que tenia que abrir ya que estaba claro que algo le pasaba, abrí el cerrojo, pero por instinto deje la puerta entreabierta mientras gritaba -¡QUE TE PASA JUAN!- en ese momento se puso hecho una fiera, empujando fuertemente la puerta mientras introducía sus manos, intenté cerrar pero empujaba demasiado fuerte y yo me resbalaba con las zapatillas, viendo que no tenia nada que hacer, di un salto atrás permitiendo que la puerta se abriera mientras gritaba fuertemente en un vago intento de intimidar -¡QUE CARAJO PASAAA!- al abrirse la puerta de golpe cayó dentro,si, era Juan estaba totalmente pálido con sus ojos desencajados me miraba mientras se levantaba rápidamente. ¡Dios esa mirada,esos ojos sin vida,era la misma mirada!. Cuando reaccioné ya se había levantado, intente huir pero se abalanzó con fuerza, agarré sus manos pero intentaba acercar su cabeza, abriendo y cerrando rápidamente la boca, mientras emitía ese sonido aterrador,como cuando llevan un cerdo al matadero.Intente apartar su cara con mi mano,introduciendo por accidente mi dedo meñique de la mano izquierda en su boca, de un solo bocado me lo arrancó, por un momento se olvidó de mi mientras devoraba con ansia mi dedo. Aproveche para correr al balcón, cerré la puerta y pedí auxilio a la desierta calle, mientras apretaba con fuerza la herida en mi mano, Juan consiguió romper el cristal de la puerta, supe que la única salida era saltar, es un tercer piso, si caigo bien puedo conseguirlo, pensé. Salte un instante antes de que me atrapase, conseguí llegar con las manos a las ramas de un árbol amortiguando considerablemente la caída.
La calle estaba desierta, ni un solo coche por la carretera, se escuchaba de fondo algunos gritos procedentes del bloque de enfrente, en ese momento escuché detrás un golpe seco,mire y era Juan, había saltado en su afán de atraparme, se había echo polvo ya que había caído de pecho, incluso pude oír como crujían sus costillas. El corazón me dio un vuelco cuando vi como se levantaba nuevamente con sus ojos clavados en mi, salí corriendo a toda pastilla por la carretera pidiendo ayuda, me frene en seco, me quede paralizado cuando ví la espeluznante escena de varios de estos seres saltando desde sus balcones, a unos 50 metros cayó uno desde un quinto, los huesos de las piernas le sobresalían por el pantalón a pesar de eso se arrastraba con las manos, donde yo estaba, otro desde un primero parece que se le dio mejor y venia a mi mas rápido, salí corriendo hacia ninguna parte esperando despertar de esa pesadilla.

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