domingo, 6 de mayo de 2012

Parte 7

¿Cómo se pudo extender tan rápido?- preguntó Gabriel.
No lo sé, yo tampoco lo entiendo- Respondió Tomás -Un momento, a lo que os dije antes no le dí importancia pero ahora creo que si la tiene y mucha... El día que el avión hospital rescató a aquel individuo de aquella isla comentaron que se encontraba dentro de una cueva, al entrar Amador, un chico de 30 años que iba con el grupo de rescate se clavó en la mano lo que parecía una púa que provenía de una planta que estaba en la entrada de la cueva.
Cuando llegaron a Madrid Amador no se encontraba bien y solicitó irse a su casa unos días, no pudimos volver a hablar con él porque para entonces las comunicaciones se perdieron, pero sé que era de Sevilla...
¡Sevilla claro!- exclamó uno de ellos- Así se extendió tan rápido
No podemos estar seguro, pero todo es posible, pero de todas formas no tenemos otra opción, tenemos que ir a Madrid- Dijo Tomás- Entraremos por unos de sus pueblos, que seguramente habrá menos de esos seres, ya que se supone que tienen menos habitantes que en la capital e intentaremos coger lo que nos haga falta, como son alimentos, ropa e incluso algunas herramientas que nos pueda servir como armas y luego nos dirigiremos hasta el Centro Nacional de Toxicología.
Cuando llegamos a la capital aquello parecía la II Guerra Mundial, todo a nuestro paso era muerte y desolación.
A mitad de camino nos encontramos el accesos de la carretera bloqueado por coches estrellados unos con otros, algunos estaban quemado.
En cuestión de algunos minutos empezaron a salir decenas de esos seres, se encontraban entre los coches y algunos llevaban en sus manos miembros amputados de sus víctimas, la escena era verdaderamente terrorífica, Manolo sin pensarlo dos veces cogió su Walkie Talkie ¡DAD MARCHA ATRÁS JODER, SI NO ESTAMOS MUERTOS! gritaba apoderado por los nervios.
No podemos, estamos totalmente rodeados, es imposible retroceder- Le contestó Tomás desde su caravana.
Esos seres golpeaban sin cesar los vehículos, incluso llegando a romper uno de los cristales traseros de la caravana donde iba Tomás y su familia.
La mujer de este cogió a su nieta Carla, en su mirada se podía ver el miedo, la metió en el cuarto de baño -¡No hagas ruido y no grites, y oigas lo que oigas  no abras la puerta, no te preocupes todo saldrá bien! le dijo, mientras sus ojos se inundaban de lágrimas mientras le daba un beso en la frente.

2 comentarios:

  1. ¡Dios estoy enganchadisima! Estoy deseando la siguiente parte.

    ResponderEliminar
  2. Chapó por la historia, son siete partes en las que no hay un solo segundo de descanso!!!

    A ver si colgais la siguiente que quiero saber lo que ocurre xD

    ResponderEliminar